The Mystery and the Wonder

Kasa Gallery – Istanbul

The Mystery and the Wonder almost follows the lead of visualising a long lost space. By presenting the Zenon paradox of the ancient hero Achilles and the turtle, Asef re-narrates the disappearance of the city of Byzantium. The paradox describes a race between the two, which end in the infinity of algebraic analysis. This textual work is confronted with the legend of the history of the palace Dolmabahçe in Istanbul –a building formed from the immaterial, whose factoring was based on the Sultans order to print more money, because the financial capacity of the city has already been exhausted.

The Mystery and the Wonder, graphic, Kasa Gallery, Istanbul

The Mystery of Achilles

The city of Byzantium, founded by Greek colonists in the 7th century BC was to form the nucleus of one of the greatest centre of civilization in the history of mankind.

The ancient authors refer to a number of important buildings but their form and location remain unspecified. According to them the city house the famous Baths of Achilles, located immediately adjacent to the Strategion.

In the Zenon paradox of Achilles and the Tortoise, we imagine the Greek hero Achilles in a footrace with the plodding reptile. Because he is such a fast runner, Achilles graciously allows the tortoise a head start of a 100 feet. The tortoise runs in 1sec time 1/10 of the distance Achilles do. So,  the footrace stars and Achilles runs the 100 feet. In this time the tortoise runs 10 feet. Achilles runs that 10 feet and the tortoise runs 1 feet. Achilles runs that feet and the tortoise 0.1 feet and so on never-ending. Achilles can never overtake the tortoise.

We have to remark that, to make this footrace possible, the participants have to reduce their own size becoming smaller and smaller until de-materializing themselves.

It is told that up to this days Achilles is still running his footrace against the tortoise in an endlessly small Byzantium.

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The Wonder of Dolmabahçe

The famous painter Melling visited Istanbul during the reign of Sultan Mahmut II and the wooden palace is represented in many of his prints. After Mahmut II, Sultan Abdülmecit came to stay at the palace. He ordered to be rebuilt in a western fashion between 1843 and 1856. For this purpose Abdülmecit took a credit of  3.500 Kurus, enough to buy paper and ink to print 3.500.000 Kurus to pay the built of the palace.

Dolmabahçe actually means ‘the filled garden’. The Palace is built on land reclaimed from the Bosphorus, hence its name and its materialization appears from the abstract world of infinit numbers became money and transferred into stones and handcraft to finally built a building in our presence.

The Mystery and the Wonder, installation view, Kasa Gallery, Istanbul
The Mystery and the Wonder, detail installation view, Kasa Gallery, Istanbul
The Mystery and the Wonder, installation view, Kasa Gallery, Istanbul
The Mystery and the Wonder, drawing, oil crayon on rubber, Kasa Gallery, Istanbul

El Cerebro Avizor

Sobre vigilancia y la visualización de lo invisible

Pyknolepsia 25/01

Pyknolepria 25/01, installation view – Mario Asef © 2004

A)

La Epilepsia es una enfermedad crónica caracterizada por trastornos neurológicos y una predisposición en el cerebro para generar convulsiones recurrentes que suelen dar lugar a consecuencias neurobiológicas, cognitivas y psicológicas. Estas convulsiones se caracterizan por una actividad neuronal anormal y excesiva o bien sincrónica que provoca un sobreestímulo y saturación de las neuronas encargadas de decodificar las señales perceptivas y reacciones motoras paralizándolas. Durante un ataque epiléptico las neuronas – cada tipo de epilepsia se concentra en una región distinta del cerebro – se ven bombardeadas por una enorme ‘tormenta eléctrica’ que sumerge al paciente en un estado de inconciencia acompañado de fuertes contracciones musculares. Los hombres de la antigüedad tomaban a la epilepsia por una manifestación divina. Cuanto mayor sea número de estímulos que ingresen a nuestras neuronas menor será el nivel de captación de nuestro entorno. Este número está directamente asociado a la velocidad de captación y decodificación de estímulos tanto perceptivos como motores en nuestro cerebro. Es decir que los límites de la percepción están ajustados a una cantidad armónica de las reacciones químicas que se dan en el cerebro en estado de vigilia normal y que nos permiten apreciar y movernos en el mundo de la forma en que normalmente lo hacemos. De este modo la Epilepsia vendría a ser un estado repentino de saturación físico-mental producido por una especie de sobre-sensibilidad aguda que nos lleva a una ausencia u oscuridad momentánea.

a)

El dromólogo francés Paul Virilio se refiere en su libro Estetique de la disparition (Paris 1980) a esta enfermedad en relación al desarrollo técnico cinematográfico. Dándole a la cámara cinematográfica el lugar de una prótesis que ayuda a cubrir los déficits de nuestra percepción prolongando así las funciones de nuestros órganos visuales. La función que ésta vendría a cumplir sería la de „alargar“ el tiempo de percepción haciendo posible la visualización de fenómenos relacionados con el movimiento. El desarrollo de las prótesis perceptivas se extiende pasando por los sistemas de cámaras de vigilancia hasta llegar a la actual nanoscopía y la fotografía espacial. Desde este punto de partida resulta muy interesante enfocar esta información hacia, lo que podríamos llamar, una ‘utopía de la visión total’. La visión de una humanidad que crea aparatos-prótesis para huir de la oscuridad epiléptica, para alcanzar la visualización completa del universo.

Pyknolepsia 25/01

Pyknolepria 25/01, photography, cibachrom on alu-dibond 45 x 30cm – Mario Asef © 2004

B)

Georg Cantor (1845 – 1918) estableció un número que representa una cantidad sobre-previsible. Este número fue denominado con la primera letra del alfabeto hebreo ℵ (Aleph) y es alcanzado por cualquier número mayor que uno elevado a la n, éste así mismo, es considerado como sinónimo de infinito. Dado que todo número elevado a la ℵ da como resultado un número infinito mayor que el número infinito ℵ y aún ℵ elevado a la ℵ da como resultado ℵ1 – un número infinitamente mayor que el número infinito anterior – es preciso determinar distintas clases de infinitos que a su vez serán también infinitas (ℵ, ℵ1, ℵ2, ℵ3, ℵ4, … ∞). En este fenómeno se basa la paradoja de la Mengenlehre y la teoría de la continuidad. Teoría que aún no a sido comprobada pues tanto su comprobación como su negación son correctas y a la vez falsas. Algunos investigadores comparten la opinión de que precisamente ésta paradoja hizo enfermar psíquicamente a los hombres de ciencia que se ocupaban de resolverla. El caso más famoso fue el del mismo Georg Cantor como así también el de Kurt Gödel.

b)

La teoría de la continuidad establece un sistema de desarrollo ad infinitum que la aparta de la idea de la naturaleza tal y como la vivimos cotidianamente. Es un sistema que responde a sus propias normas. Normas que aparentemente estarían solo al alcance y prefijadas por un ser supremo. El infinito fue en la antigüedad un sinónimo de dios (la escuela pitagórica, la secta de los cabalistas, etc.).

Las nuevas tecnologías nos brindan nuevas perspectivas del infinito relacionadas con la estética del Loop, el Clon y la reversibilidad del tiempo. Estas ofrecen una nueva ilusión basada en la idea matemática de la continuidad que confronta al espectador con un nuevo mundo llamado Virtual en el cual es posible morir infinitas veces y vivir infinitas veces el mismo momento o quizás cada vez un momento diferente.

Pyknolepsia 25/01

Pyknolepria 25/01, photography, cibachrom on alu-dibond 45 x 30cm – Mario Asef © 2004

C)

Jorge Luis Borges (1899 – 1986) describe en su cuento El Aleph una esquina de una escalera en el sótano de una casa antigua en la calle Garay de Buenos Aires en el cual, desde un determinado punto del mismo que obliga al observador a acostarse sobre el piso y mantener una postura inusual, se puede observar un Aleph. Borges lo define como el punto donde se concentran todos los puntos del orbe. En él, Borges ve toda la multiplicidad de elementos que conforman el mundo. Ve cada uno de sus detalles con exagerada nitidez sin que se sobrepongan el uno con el otro y todos al mismo tiempo vistos desde todos los ángulos. La plétora perceptiva, la utópica realización contra-epiléptica.

c)

No creo casual el hecho de que Borges haya elegido una esquina en un espacio arquitectónico para colocar su Aleph. La esquina representa la abstracción matemática del espacio real en el espacio tridimensional euclidiano. El universo descrito por Borges es real, la estructura del espacio en el que se despliega es matemática. La visión es matemática. Tan matemática como los 24 cuadros por segundo del tiempo fílmico y Tan misteriosa e inalcanzable como el cuadro 25 de ese mismo segundo, que se hace ver a sus anchas pero nadie es capas de percibirlo a simple vista.

La plétora perceptiva es la negación de la percepción. Ahí donde nuestros sentidos no llegan se despliega un espacio de proyección mental que respalda la creación de prótesis perceptivas que complementen nuestro ‘equipamiento’ perceptivo. La visión que Borges tuvo del Aleph es el sueño del control total de las clases dirigentes. La victoria sobre la epilepsia.

La pantalla en negro, el sueño en negro, la visión de la oscuridad representarían entonces mucho más que la ausencia de imágenes, la sobre afluencia de información sensitiva.

Pyknolepsia 25/01

Pyknolepria 25/01, photography, cibachrom on alu-dibond 45 x 30cm – Mario Asef © 2004